Cuando la fe se desvanece, aparece el ansia.
Ansia que lo consume todo; lo devora todo, lo destruye todo y pide más. Se come el espacio, se come el tiempo, se come el cielo y se come la tierra. No puedes respirar, no puedes caminar. Se come la luz y las bombillas. Te quedas a oscuras. Se come la cama, te deja sin sábanas. Se come tu ropa y te quedas desnuda. Se come el mouse, y el teclado, te roba los lienzos, y los colores, Ya no sabes dibujar. Se come las puertas. Estás sin salida. Se come las ventanas. Estás atrapada. Se come el pasillo, y la calle y más allá. Te vacía por dentro, y te vacía fuera. Se están repartiendo el pastel de tu cumpleaños y ya ni te importa. Te queda una caja de benzocaínas y un vaso de agua.
1 comentario:
Acuchilla el ansia que devora las montañas que mueve nuestra fe, sal ahí fuera y siente la vida, cada rayo de sol en nuestra piel, cada gota de lluvia en nuestra cara, cada olor, siente la vida, levántale la falda, tócale el culo...
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