martes, 29 de septiembre de 2009

Franco

Ser sinceros. Decir siempre la verdad. Cuán cruel puede llegar a resultar eso. Y es que antes que ser sinceros, deberíamos aprender a ser correctos. Honrados, pero cordiales. Veraces, pero educados. Francos, pero corteses.

1 comentario:

Daniel Daranas dijo...

Me gusta mucho esta reflexión.