En esos días en que "las nubes huelen a quién sabe qué..." (habitualmente, y hasta lo que yo tenía entendido a vapor de agua; pero tampoco es que haya sacado la nariz desde la ventanilla de ningún avión para comprobarlo), algunas mujeres experimentamos un período de extrema sensiblería (la sensibilidad quedó atrás hace ya algunas horas) que nos expone y disculpa a la hora de sentir y expresar emociones de formas que quizás pudieran parecer exageradas a ojos ajenos...
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