domingo, 22 de julio de 2007

De palabra, obra y omisión

No miento. Omito partes relevantes de la verdad.

Mentimos. Mentimos por amor, mentimos por miedo, por vergüenza, por desconfianza. Mentimos para protegernos, para defendernos y para abrigar a los que nos rodean. Mentimos por cobardía o por venganza. Mentimos por rabia, por avaricia y hasta por desilusión. Mentimos a nuestros amigos, a nuestras parejas. Mentimos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros hijos. Mentimos a nuestros vecinos; incluso mentimos a los desconocidos; pero sobretodo, nos mentimos a nosotros mismos cuando creemos que los demás no se percatan de nuestros engaños.

Y sin embargo, la mentira más extendida es aquella nacida de contar la verdad.
Porque la verdad, amigos míos, es sin duda, la mentira menos aceptada.

Sorprende con tu verdad más cruda, y tu honestidad será puesta en duda.

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