
Como si la pesada maquinaria urbana se detuviera en ciclos, el ruido cesa durante 48 horas... y yo sigo caminando de puntillas, me muevo con un sigilo extremo (como si se pudiese
oír el batido de las alas de una mariposa a 30 km de distancia) y aún así me siento torpe; como el espectro que teme molestar al arrastrar las
candenas de su condena
shhhhh seguid durmiendo, seguid viviendo...
48 horas que elijo de silencio, de espacio y me suspendo (tres puntos) porque no espero que nadie me apruebe.
Y un cinco pelado sería suficiente.
2 comentarios:
Me gusta!!!!
:)
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