
Hay quien tiene la inadecuada, irritante, y fastidiosa habilidad de meter la oreja en boca ajena y hacer de ecos sordos, artículos de primera plana.
A la hora de preservar la intimidad, nunca se es lo suficientemente prudente, lo suficientemente escueto, ni lo suficientemente autista.
1 comentario:
menos muchísimas veces es más
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