Perder a alguien que se ama frente a la muerte es doloroso, pero el sufrimiento se mitiga con el tiempo y se aprende a vivir con los recuerdos compartidos. Perder a alguien en vida... resulta a devastador. La agonía se sucede tan insoportable que parece devorarlo todo a su paso y crecer a medida que todo avanza. Nadie te enseña a cohabitar con un fantasma.
La invertidumbre es, sin duda, la peor de las torturas que se puede le infligir al alma humana.
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