
Quizás el secreto está en que ven las cosas de forma diferente.
Por ejemplo, la imagen superior es incomprensible a ojos occidentales... Pero no, si lo haces al modo oriental.
Si no lo crees, acércate a la pantalla y prueba: Primero, mírala sin más.
Luego, tira de los extremos de tus “ojos” con las manos, (pon ojos de chino), y mira la imagen de nuevo...
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