Perseguía el gato a su rabo... Nervioso, agitado, salido de tono, de sus bigotes el tono debido huido... Perseguía el gato a su rabo, y sin embargo, por el impulso de felino, el colgajo huidizo no cedía en su carrera... Hasta que el minino agotado, por fin, se rendía y su rabo a su lado, sumiso, dormía. Me quedo, por tanto, aquí apostado, esperando y dejando, que tú a mi vera sigas ronroneando.
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Perseguía el gato a su rabo... Nervioso, agitado, salido de tono, de sus bigotes el tono debido huido... Perseguía el gato a su rabo, y sin embargo, por el impulso de felino, el colgajo huidizo no cedía en su carrera... Hasta que el minino agotado, por fin, se rendía y su rabo a su lado, sumiso, dormía. Me quedo, por tanto, aquí apostado, esperando y dejando, que tú a mi vera sigas ronroneando.
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