martes, 8 de septiembre de 2009

En la ciudad de paso

Llorar es el deshaogo de los que no pueden hablar. Yo sé hablar, pero hoy no quiero hacerlo.

Hoy siento que lo pierdo todo (lo bueno), que está todo tan lejos (del ayer, del mañana). Que doy un paso adelante y me encuentro uno atrás. Que camino en falso, que soy un engaño.

Como un recuerdo que se disipa... como una habitación con vistas, como una ventana dibujando sombras en el parquet... alguien cierra la puerta, y las llaves se pierden para siempre.

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