jueves, 18 de junio de 2009

My Name is Jonas

Mi nombre es Jonás.

Fui vomitada desde las entrañas mismas del leviatán... mi cuerpo cubierto de ácido intestinal, mi cabello húmedo, lacio y oscuro; mis ojos claros, cegados por la falta de luz; mi piel pálida, casi albina y fina, pegada al hueso. Por falta de alimento, débil. Regurgitada del estómago de la bestia al centro de la marea; apenas podía respirar, me ahogaba, la garganta me dolía, los pulmones parecían hervirme al contacto con el agua y el oxígeno.
Y empezó a llover. La tormenta me arrastró... arrastró mi cuerpo, casi inerte... descubrí que flotaba, flotaba sobre la superficie; me hundía y volvía a subir. Aprendí a bucear. Aprendí a nadar. Me sentía cómoda, notaba la sal del mar en mis labios, la espuma rozando mi piel; sobre mis hombros el sol se dejaba mecer durante el día, y la luna, me acunaba cuando éste se marchaba. Y me gustó. Descubrí el placer del vaivén de pleamar.
Pero era curiosa, un fisgoneo innato en la especie humana, y me empujé más allá del horizonte. Seguí la estela de algún barco perdido y llegué a la costa. No recuerdo bien. Hace ya tanto tiempo. Mi sorpresa!, mis ojos se abrieron de par en par, mis piernas se adelantaron contra mi voluntad; querían dejar el océano atrás. Noté la arena bajo los pies, su suave, húmedo pantanoso tacto; me costaba caminar, mis movimientos eran torpes y me costaba avanzar. Pero seguí hacia adelante. Primero despacio, y observé enderredor, como aquel que recupera la consciencia, familiarizándome de forma pausada. Pasee lentamente, luego más rápido y más rápido cada vez con mayor velocidad. Corrí, corrí como si quisiera llegar antes que nadie. Mi músculos tomaron forma. Mis curvas se moldearon. Iba detrás de la libertad, pero desconocía que ésta no se atrapa jamás. Era una mujer en tierra firme, pero había olvidado como nadar. Volví a la mar, buscando marinero que me retornara las escamas que había perdido años allá. Medio sirena, medio mujer. La hija de Jonás.

Caminé por la tierra, nadé sobre el agua. Enviude del mar, amé la tierra. Mi nombre es Jonás, como lo fue el nombre de mi padre.

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