Estos últimos días he notado una práctica creciente entre mis compañeros bloggeros. Al parecer todos coinciden en afanarse por desarrollar alguna habilidad extraordinaria con la que sufragar sus extravagantes modos de vida. - Para muestra un botón: Futuro Prometedor -
La innegable inestabilidad laboral que domina el mercado de aquéllos que somos etiquetados como “autónomos”, pequeñas empresas o “jóvenes emprendedores”, se nos deviene hoy con alarmante gravedad; y es lógico pensar que entre los implicados se evidencien autoridades del sector informático; ¿quiénes mejor para significan el derroche profesional que aquéllos que se dedican a despilfarrar su intelecto en pro de una cultura libre de aranceles…? ¿No queríais open source…? ¡Pues, toma freeworld! ¡Ya podéis plantaros el changarro en la cola del paro!
El caso es, y a lo que íbamos, –que nos ciega el ánimo de lucro y nos vamos por donde no hemos entrado- que como soy toda prudencia, he decidido practicar con su ejemplo y así… me he visto ejercitando el futil arte de hacer girar una sortija sobre la tablilla del mouse. A priori, esta práctica podría parecer un plagio, o a lo leve, una mediocre adaptación de aquellos que hacen girar sobre si mismos bolígrafos, mecheros… y otros objetos de sobremesa.
La diferencia sustancial y el grado de dificultad estriba en que mi habilidad va más allá de la física elemental para adentrarse en el terreno de la cuántica… tratando de mover el objeto con la sóla voluntad y sin llegar al contacto material.
De momento, voy por el camino del estrabismo y de la cefalea crónica… veremos el progreso en los próximos días…
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