Los ángeles sin alas, echan de menos el cielo y no saben el porqué. Yo sin tí, echo de menos el mañana y no sé por qué (no pude retenerte).
¿Notas el deseo de besarte cuando te miro a los ojos? Pues espera a notar la intención de mis labios cuando rocen tu cuerpo...
Lo perdí todo, solo guardé un libro, era tuyo. Si me lo hubieras leído en voz alta ahora tendría, también, tu voz atrapada entre sus hojas.
Ni convengo, ni convoy... mejor quieta, mejor sola.
Que tengo las rodillas descarnadas de rozar el suelo y suplicar; y las manos las tengo ensangrentadas de agarrar la voluntad... de seguir, de vivir.
Tengo los frutos de la tentación sobre la mesa... manzanas, cinco. Una para pecar con cada sentido. Consentido.
Soledad es tu recuerdo, no mi memoria.
La hojas arrastradas por el viento cuentan que un día fueron árbol; como tú y como yo, que un día fuimos uno. (Y éramos parte de una ilusión)
Dicen que las desgracias nunca van solas... pues el que cabrón las acompaña debe ser un gran hijoputa!
A veces lanzo preguntas al viento con la esperanza de que el eco las difunda.
Le digo a mi pie izquierdo que el derecho le va detrás, y al derecho que el izquierdo le quiere adelantar. Son competitivos, y así... andamos.
Y si te miro con ojos vacios es porque ya me la has quitado todo.
Si con cada inhalación disipara el humo de mis dudas, tú serías tabaco y yo tendría los pulmones llenos de nicotina.
Tu lengua se lleva el final de mis frases... Tus ojos, el final de mis miradas... Tus manos, el final de mis gestos. Tu boca, el final de mi aliento. Me matas (y yo me dejo).
Te veía poco, no quería que te acostumbraras a mi. Y ahora te veré menos, porque no quiero que te canses de mi...
Sé que algún día te echaré de menos y ya no estarás conmigo... por eso te lo digo ahora que todavía te tengo cerca: Me haces falta.
"Que te aguante quien te entienda!"
Filosofía de asfalto, de suelas gastadas, de todo a 0,60 €, de packs ahorro; filosofía de paga dos y te suelto tres... paridas. Esa es la mía. Filosofia de garrafa, de brick de tinto, filosofía de xibeca, de la más burda, de la más bruta... apurando tachas y dando caladas a la vida.
Entre el sentir y el sentido... (común)
Una cana por cada lágrima que me hiciste verter... y me llaman Alba, Clara de Luna.
Tengo una casa en las nubes y un castillo de arena... y me llaman insolvente!? Explíquemelo alguien.
Me co(s)iste los labios con el hilo de tu conversación... Y ahora, te toca a ti abrírmelos de nuevo.
De cómo la botella hace pequeños los problemas y grandes los amigos. Tienes ojos de vidrio... alcohólico.
No todo lo que se escribe en pasado queda hundido en el ayer.
Cantando en vagones, llorando en las vías, arañando las cuerdas (volcales y de la guitarra), forzando posturas por un puñado de euros. Cantautores de renfe-rodalies.
Leo a una página por minuto... y en la lectura de tu palma me hubiera entretenido toda la vida. Pero no quisiste, darme la mano.
Como querer arrancarte la piel con las manos pero rozarte solo la superficie con las yemas de los dedos (y viceversa). Llueve.
Como tratar de partirte el pecho con las manos... y dejarme las uñas en el hielo. Como tratar de derrerirte a base de alientos. Frío y duro.
Tus silencios son la excusa a mis mentiras... y contra más callas, más miento. No digas nada que yo seguiré diciendo Te quiero (y seguiré fingiendo, por los dos, hasta que agote las palabras que rellenan la falta de... sonido).
Eres la calma que precede a la tempestad. Tú ve delante, que yo te sigo.
Llevas mi corazón en la mano y no te das cuenta... acabará tirado junto a las llaves, tu ipod, y el usb.
El amor es sencillo y sólo tiene dos palabras: Te quiero.
